Una amplia gama de factores puede contribuir a un tono desparejo de la piel. La exposición al sol y a la contaminación, así como otros daños sufridos por la piel en el pasado, pueden causar manchas oscuras, decoloraciones o un tono desparejo de la piel en general. Si tienes rojeces visibles, tu piel también puede tener una apariencia despareja y desequilibrada.