Tanto si utilizas un aceite corporal seco, una manteca corporal o una loción corporal ligera, el mejor momento para aplicar la crema hidratante es justo después de la ducha o el baño. Utilizar una fórmula hidratante sobre la piel húmeda y secada con una toalla ayuda a sellar la hidratación para alisar y suavizar la piel. Aplica una loción o crema hidratante corporal a lo largo del día según sea necesario, especialmente en las zonas secas, para mantener la piel equilibrada y con una apariencia saludable.